Guía del cultivo de la Berenjena

El cultivo de la berenjena es uno de los clásicos cultivos en nuestros huertos durante la temporada primavera-verano, con esta pequeña guía pretendemos dar las principales pautas para tener éxito y lograr una buena producción de berenjenas utilizando siempre técnicas propias de la agricultura ecológica.

La berenjena es una solanácea cuyo nombre científico es Solanum melongena, es una planta anual de porte erecto y tallo erguido de 0,5 a 1 m de altura del que nacen ramas laterales que sustentan a unas grandes y peculiares hojas, en disposición alterna, pelosas y con espinas en sus nervios que, además que pinchar cuando, manipulamos las plantas, lo que hacen es irritar la piel.

Su tallo se lignifica ligeramente, dándole un porte arbustivo. La raíz de la berenjena es profunda y muy agresiva, creciendo con profusión para soportar los rigores de la estación calurosa y para prospectar el mayor volumen de tierra posible, motivo por el cual se comporta como planta esquilmante, obligándonos a hacer una rotación para que esa tierra descanse de solanáceas al menos dos años.

Las bonitas flores violetas de la berenjena crecen en las axilas de las hojas, en grupitos de tres. Una de ellas, hermafrodita, dará lugar al fruto si se auto fecunda o es fecundada por otras flores de la misma planta, como ocurre normalmente. El hecho de que el gineceo presente mayor altura que los estambres, hace que la fecundación presente cierta dificultad, motivo por el cual solicitaremos la ayuda altruista y laboriosa de nuestras amigas las abejas.

El sabroso fruto de la berenjena es una baya de diferentes formas y colores, según la variedad. Cuando llegan a nuestra cocina no presentan semillas en su interior porque las habremos cosechado antes de la formación de las mismas, cuando el fruto ha alcanzado 3/4 partes de su tamaño final y tenga un brillo lustroso en su tersa y vinosa piel. Desde sus inicios hasta su recolección, las berenjenas conservan tanto el cáliz como el pedúnculo.

Condiciones climáticas ideales

El cultivo de la berenjena es un cultivo típico de regiones cálidas. No soporta el frio, ni las heladas, ni el exceso de humedad. Quiere sol y calor. Es una especie que podemos cultivar en gran parte de España.

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En algunas zonas de España puede que necesite el apoyo de invernadero o túnel para alcanzar un buen desarrollo vegetativo. En el cultivo de la berenjena siempre hay que cuidar el exceso de humedad, tanto en el sustrato como la humedad ambiental.

El cultivo de las berenjenas

El cultivo de berenjenas es un cultivo que, si tiene las condiciones ideales, es altamente productivo. Por ello es importante calcular correctamente tus necesidades y no colocar demasiadas plantas. A modo orientativo en el cultivo de la berenjena en invernadero se puede obtener 10 kg/m2 y en exterior entre 2 y 3 kilos por m2.

Un buen sistema de cultivo de la berenjena es el de bancal profundo o bancal elevado, con tierra bien mullida y que no debemos pisar nunca. La berenjena necesita una tierra ligera, fresca y rica en humus. Una buena medida será la de preparar la tierra con antelación, aportándole a la parcela en que estableceremos las berenjenas 10 kilos de compost por m2 y en caso de que detectemos que esta baja en fosforo, ayudarle con Sergomil (polvo de rocas autorizado para AE).

como cultivar berenjenas

El acolchado es un buen aliado del cultivo de la berenjena es muy recomendable, sobre todo en zonas de bajas precipitaciones ya que nos ayuda a mantener la humedad del sustrato y además nos ayuda a combatir o controlar la presencia de las hierbas adventicias.

Para la siembra de berenjenas, lo haremos en semilleros protegido, de enero a marzo, dependiendo de la zona donde nos encontremos. Las semillas conviene hidratarlas previamente teniéndolas 24 horas a remojo en agua tibia. Suelen germinar en unos 10 días.

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El trasplanta a su lugar definitivo no se realizará hasta que el riesgo de heladas finalice, si se realiza en invernadero sobre el mes de marzo-abril podremos ir pasando nuestras berenjenas a su lugar definitivo.

Las plantas de Berenjenas tendrán una producción escalonada a lo largo de toda la temporada.

La berenjena necesita riegos frecuentes, pero dependerá de las condiciones climáticas de la zona y de las propias del microclima de la parcela, por ejemplo, en una parcela muy ventosa los riegos serán más abundantes.

Estos riegos frecuentes habremos de espaciarlos en el momento que entre en floración, porque el exceso de humedad en ese periodo hará que se aborten muchas flores.

Es conveniente despuntar el brote apical, porque inducirá la brotación de los laterales y provocará, por añadidura, una floración más intensa.

Una buena costumbre que recomendamos, es la de dejar los primeros 25cm del tallo de las plantas limpio de hojas. Así se evita que entren en contacto con la tierra húmeda, lo cual es la puerta de entrada de patógenos.

Asociaciones de cultivos con la Berenjena

Hasta que las berenjenas empiecen a darnos fruto y sus matas se encuentren ampliamente desarrolladas, podremos aprovechar tanto las calles del cultivo como el espacio entre planta y planta, para aumentar nuestro cesto con alguna otra hortaliza más.

Podemos asociarlas, por ejemplo, con col rizada, judías verdes (no de enrame), rábanos e incluso con lechugas. Pero con las que nunca debemos asociarlas, es con judías de enrame, ni con tomates, ni pimientos, ni melones, ni pepinos, ni calabacines.

De todas formas, elijas la asociación que elijas, asocia a las berenjenas con cultivos de ciclo corto porque en 70- 90 días no habrá sitio más que para las berenjenas.

Enfermedades y plagas en el cultivo de la berenjena

A continuación, pasamos a detallar las plagas y enfermedades más habituales del cultivo de la berenjena, son muy similares a las plagas que atacan al tomate (ambas son solanáceas), por eso os recomiendo leer el post que dedicamos a su cultivo «Guía del cultivo del tomate».

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Para luchar contra la mayoría de las plagas antes mencionadas de forma ecológica tendremos que contar en nuestra «botica» con estos productos:

Variedades más cultivadas de berenjena

Existen numerosas variedades de berenjena, a continuación, os pasamos a detallar las más habituales.

  • Bombilla: Cáliz del fruto sin espinas, típica de Andalucía. Fruto veteado en blanco y morado.
  • Larga Morada: Frutos largos (20-45 cm), estrechos, morados y rosáceos veces de tan larga que es se dobla el fruto. Es típica de Cataluña
  • Larga Negra: Similar a la larga morada, pero con un tono mucho más oscuro.
  • Blanca: Existen de diferentes formas, el fruto se vuelve blanco al madurar. Típica de la zona del Bages (Catalunya), ya se vuelve a comercializar y se conoce como berenjena blanca del Bages.
  • Mallorquina: Frutos morados o negros, alargados y ensanchados en la punta. Típicos de Cataluña y baleares.
  • Listada de Gandía: Típicas del levante español. Frutos ovales y alargados, listados de carne muy blanca.
  • Murciana: Frutos con el cáliz muy desarrollado ovales y de color negro.
  • Redonda morada: Frutos redondos y morados de gran tamaño, pueden alcanzar los 2 kilos.
  • Berenjena de Almagro: Berenjenas muy pequeñas de 7-10 cm de largo total y con un gran contenido en polifenoles.
  • Redonda Negra: Frutos redondos y muy negros. De gran tamaño.
  • Redonda verde: Fruto redondo, verde y veteado.

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