Habitan la tierra desde hace millones de años y la colonizaron al mismo tiempo que las plantas evolucionando juntos. Los insectos beneficiosos son tan importantes en el reciclaje de la materia vegetal muerta, como en la polinización de plantas superiores: el 80% de ellas dependen en parte o totalmente de los insectos para su reproducción.
Su ausencia condiciona a menudo la riqueza en animales superiores. Es algo muy extendido hoy día hablar del empobrecimiento general de nuestra flora y fauna. Los insectos no escapan a esta regla y son quizás los más afectados por los modelos de agricultura tradicional.
Los campos floridos donde revoloteaban miles de mariposas coloridas, las luciérnagas o el increíble conto de los grillos en muchos lugares ya parecen un lejano recuerdo de infancia.
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Importancia de los insectos para la ecología del huerto.
Hace aproximadamente 600 millones de años aparecieron los insectos, colonizando todos los lugares emergidos y las aguas dulces. Se les puede encontrar desde en los fondos de los lagos, hasta en los glaciares de las montañas, del ecuador a los polos. Constituyen el segundo nivel de la pirámide alimentaria, a continuación de las plantas.
Los insectos son, con mucho, los animales más numerosos sobre la Tierra. Cerca de un millón de especies han sido descritas (no hay más que 4500 especies de mamíferos y 9500 especies de pájaros…). Los especialistas calculan que su número total está comprendido entre dos y treinta millones de especies.
Para los entomólogos, el declive de la población es muy nítido desde hace un cuarto de siglo aproximadamente, y afecta a la gran mayoría de las especies. Apenas un centenar bien adaptadas a las nuevas condiciones creadas por el hombre, su hábitat, sus industrias y su agricultura moderna, prosperan e incluso proliferan. Estos oportunistas son muy a menudo vistos como dañinos seres que quiere destruir nuestro alimento.
Por qué desaparecen los insectos.
Las causas son numerosas, pero siempre derivadas de actividades humanas, desde hace unos cuarenta años, pueden resumirse así:
- La desaparición de su medio puede ser la razón principal. La urbanización, el desarrollo de redes de transporte, devora kilómetros cuadrados de terreno cada año.
- La agricultura basada en prácticas industriales erige el monocultivo en un principio. La mecanización permite el drenaje de zonas húmedas, el arranque de setos y arboledas y la irrigación a ultranza. La silvicultura moderna, que sigue los mismos principios, transforma ricos bosques autóctonos en plantaciones de resinosas y eucaliptos. Pero no es la actividad agrícola en sí misma la que provoca los daños, si no su modelo actual. Existe modelos agrícolas que no solo no terminan con los insectos, si no que los favorecen y convierte los cultivos agrícolas en grandes ecosistemas donde los insectos cumplen una función primordial.
- El empleo masivo de agroquímicos para eliminar de los cultivos, huertos y jardines algunas especies de plantas o animales indeseables es uno de los principales culpables de este declive. Su empleo continuado elimina la gran mayoría de especies presentes en las zonas tratadas en provecho de algunas que consiguen adaptarse y proliferar, obligando a nuevos tratamientos. Afortunadamente soluciones alternativas como el empleo de insectos depredadores, parásitas, bacterias o virus, empieza a desarrollarse.
- Las contaminaciones de origen industrial que contaminan el agua y la atmósfera son también causa de muchas muertes. Los invertebrados son envenenados, o más a menudo eliminados por la escasez o desaparición de las plantas de que se nutren.
La civilización de los transportes, por y el tráfico rodado, también por el ferrocarril y, en menor medida el aéreo, es la causa de pérdidas considerables. El parabrisas de cualquier vehículo que viaje por una autopista durante algunas horas de un cálido día de verano es muy elocuente: los rastros de aplastamientos se cuentan por miles (aunque ahora ya menos, al no quedar apenas insectos).
La construcción de vías y de infraestructuras afines convierte en hormigón o asfalto espacios naturales muy ricos. La compartimentación de la naturaleza en parcelas cada vez más pequeñas por la construcción de carreteras o autopistas es también perjudicial para la fauna.
La iluminación urbana hace más segura la circulación y la vida en pueblos y ciudades, pero puede constituir una verdadera trampa para numerosas especies atraídas por la luz, diezmadas por los predadores y perdidas lejos de sus biotopos.
Como crear hábitats que favorecen a los insectos
Son muchas las formaciones o construcciones que podemos crear en nuestro huerto o jardín para favorecer la vida silvestre, os enumeramos unas cuantas que no deben faltar en un huerto o jardín ecológico.
- Cultivando muchas flores: Es sin duda la mejor forma de atraer fauna auxiliar e insectos beneficiosos a nuestro huerto y jardín. Si quieres saber cómo y con qué plantas puedes atraer insectos para controlar plagas puedes leer este post.
- Estanque: Es uno de los lugares donde más insectos proliferan, en el encuentran refugio y alimento. Los estanques favorecen además la llegada de otros animales muy útiles en el huerto como son los anfibios y reptiles. Además, ayudan a las aves que son grandes devoradoras de insectos durante la época reproductora.
- Muro de junta seca: Un simple muro de piedra sin cemento en sus juntas favorecen la proliferación de insectos beneficiosos y otros animales que son grandes devoradores de plagas en el huerto.
- Taludes y rocallas: Entre sus huecos y piedras encuentra cobijo innumerables especies de insectos beneficiosos.
- Montones de arena: Sí, simples montones de arena podrán atraer numerosos insectos excavadores, sobre todo himenópteros que excavan galerías para sus larvas por lo que flanes y castillos de arena infantiles tampoco son recomendables en ese mismo espacio.
- Hoteles para insectos: Son refugios creados artificialmente que imitan zonas naturales con huecos donde pueden criar muchos insectos beneficiosos para el huerto.
Insectos beneficiosos para nuestro huerto y jardín ecológico
El control biológico de plagas es imprescindible para mantener nuestro huerto sano y fértil, por lo que vamos a presentar algunos de nuestros mejores aliados.
Mariquitas
Actualmente existen más de 4000 especies diferentes de mariquitas y la mayoría de ellas son depredadoras de insectos como pulgones, moscas blancas, arañas rojas o polillas. Su presencia es habitual en nuestros huertos y jardines.
Crisopas
Se trata de un animal de tamaño pequeño y color verdoso que presenta un cuerpo alargado, con antenas y alas grandes y transparentes. Es especialmente atraído por las flores y en su dieta aparecen otros insectos como trips, ácaros o cochinillas.
Tijerillas
Estos insectos miden entre 2.5-5mm de largo, usualmente su color es oscuro. Cuentan con unas tenazas o pinzas en la parte posterior y mandíbulas fuertes. Estos insectos se alimentan de los huevecillos y larvas de mariposas y polillas.
Mantis religiosas
Dentro del mundo de los insectos, este es uno de los depredadores más reconocibles. En su edad adulta la mantis religiosa es un animal de entre 4 y 7 centímetros, rápido y ágil. Entre sus presas se encuentran otros insectos beneficiosos, pero también se alimenta de escarabajos, orugas, polillas y diferentes tipos de larvas.
Avispas
Entre las diferentes especies de avispas las hay polinizadoras, depredadoras de larvas o huevos y parasitoides. Estas últimas suelen infectar a otros insectos con sus huevos de manera que las larvas se desarrollan en el interior o alrededor del ejemplar parasitado, alimentándose de él. Moscb eg gvdb vgas blancas, trips o pulgones son algunas de sus víctimas.
Chinches
Algunas especies de chinches como el pirata o el escudo se alimentan de ácaros, pulgones, mosca blanca y huevos o larvas de diferentes especies. Generalmente, los chinches están provistos de un estilete por el que absorben a sus presas. Otro chinche muy importante por su gran capacidad de combatir los trips es el Orius Laevigatus.
Sírfidos
Los sírfidos son insectos conocidos como dípteros braquíceros que, una vez adultos, se alimentan del néctar de las flores. El tamaño varía mucho, no en vano, hay unas 5400 especies: pueden medir desde pocos milímetros hasta algunos centímetros
Las hembras depositas los huevos en las hojas y una vez que eclosionan, las larvas se alimentan de los pulgones y de otros insectos blandos como cochinilla, mosca blanca y trips,. Así se convierten en pupa, y cuando llegan a la edad adulta, polinizan las flores.
Escarabajos
Al igual que sucede en el caso anterior, existen numerosas especies de escarabajos depredadores que se alimentan de larvas y ejemplares adultos de ácaros e insectos como la mosca blanca, el pulgón y la araña roja. Un de los más importantes es el escarabajo soldado rojo, muy común en nuestros huertos y jardines. Se siente muy atraido por las flores como las de la lavanda, Tomillo serpol o el cosmos.
Abejas y otras especies polinizadoras
Estos insectos se alimentan de néctar y transportan, adherido a su cuerpo, el polen de flor en flor. De esta manera favorecen la biodiversidad y la supervivencia de múltiples especies de plantas. Aunque su cara más visible son las abejas, existen multitud de insectos polinizadores como las mariposas, determinadas avispas o los abejorros.
Arañas
Aunque las arañas no son técnicamente un insecto, estos arácnidos ayudan a controlar polillas y otras plagas atrapándola en las telarañas. Realmente las arañas no perjudican a nuestras plantas y usualmente están presentes en huertos orgánicos.
Y para finalizar os dejo un documental del Programa «El escarabajo verde», que muestra a la perfección el declive que viven los insectos en la actualidad.