La lavanda es una planta originaria de la región mediterránea, ampliamente cultivada para la extracción de su aceite esencial, utilizado en perfumería y productos de higiene. La especie también es apreciada como flor ornamental, apareciendo en arreglos de jarrones, parterres y jardines.
Las flores de lavanda son una excelente fuente de alimento para las abejas, y la miel producida a partir de su néctar es de excelente calidad. Sus flores son la parte más utilizada para dar sabor y aroma a varios tipos de alimentos, como ensaladas, salsas, gelatinas, helados, vinos y vinagres.
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Sobre la lavanda
Entre las distintas especies de lavanda, la Lavandula angustifolia es la más cultivada, por producir un aceite esencial de mejor calidad, que favorece la regeneración celular y tiene propiedades antiinflamatorias.
La lavándula angustiofolia es una variedad de origen francés, la llamada lavanda verdadera, de flores moradas y azules, tiene un aroma dulce y floral con un toque amaderado.
La planta puede alcanzar una altura de 30 cm a 2 metros y presentar flores de diversos colores, como el púrpura, el rosa y el blanco, según la variedad. Además de su uso gastronómico, entre los principales beneficios de la lavanda se encuentran: efecto calmante, acción antiséptica, antibacteriana, cicatrizante y alivio para los problemas respiratorios.
Clima, suelo y luz para el cultivo de la lavanda
En general, la lavanda no tolera los climas húmedos, así como el frío o el calor durante mucho tiempo. Los cuidados varían según la especie, así que comprueba las mejores opciones de cultivo teniendo en cuenta el clima de tu región.
Necesita la luz directa del sol durante unas horas cada día, por lo que es ideal para perfumar rincones de la casa que sólo reciben sol durante un periodo del día.
La lavanda no soporta los climas extremos (demasiado calor o demasiado frío) ni los climas húmedos. Lo ideal es que la región de cultivo sea estable y no presente grandes variaciones climáticas.
El suelo para cultivar lavanda debe ser ligero, bien drenado, moderadamente fértil y con un pH entre 6,5 y 7,5. Los suelos calcáreos son los más adecuados, ya que son ricos en nutrientes y estimulan el crecimiento de las raíces de la planta.
Como propagar la lavanda
La lavanda se puede propagar de dos maneras: por semillas o por esquejes – método de plantación por pequeños esquejes del tallo.
Para plantar las semillas de lavanda, el consejo es sembrarlas superficialmente, simplemente presionándolas ligeramente en la tierra y añadiendo una ligera capa de tierra tamizada.
Se pueden cultivar en su ubicación definitiva, como macetas y jardineras, o en bandejas de semillas, para trasplantarlas cuando las plántulas sean lo suficientemente grandes como para ser manipuladas. El proceso de germinación dura de dos a seis semanas.
Para la propagación por esquejes, corta las ramas fuertes de unos 10 cm de longitud y retira las hojas de la parte inferior, que se enterrarán en el suelo mojándola previamente en hormona de enraizamiento.
Cuidados de la lavanda
El principal consejo para cultivar lavanda en maceta es elegir recipientes de 30 a 40 cm de diámetro. En los jardines y parterres, deben plantarse con una separación mínima de 30 a 90 cm. Para que crezcan plenamente, es importante eliminar del lugar las plantas adventicias, que «compiten» por los recursos y los nutrientes.
En cuanto al riego, el suelo para el cultivo de la lavanda debe permanecer ligeramente húmedo, especialmente durante la fase inicial de crecimiento. Cuando está bien desarrollada, la planta se vuelve muy resistente a los periodos de sequía y se puede regar con moderación.
Cosecha de la lavanda
La temporada de floración de la lavanda va de junio a agosto, y las flores pueden cosecharse en cuanto se abren, cortando casi toda la rama. De las flores recién recogidas se extraen los aceites esenciales.
Sus hojas pueden recogerse cuando sea necesario: lo importante es podar las ramas viejas que se vuelven leñosas.
La planta crece con relativa lentitud y, aunque florece el primer año, lo hace de forma más abundante a partir del segundo año de cultivo. Es perenne y puede producir durante más de una década.
Variedades de lavanda
Son muchas las personas que se preguntan ¿cuántos tipos de plantas de lavanda existen? El género Lavandula engloba 60 especies diferentes, son originarias de la región mediterránea y de algunos puntos de Asia. Os vamos a dejar a continuación las más populares y más fáciles de encontrar en centros de jardinería y viveros.
Lavandula angustifolia
Es una variedad endémica de Francia e Italia. Crece hasta 1,3 metros, las hojas miden 6 cm de largo, lanceoladas y verdes, con una vena central muy obvia debajo. Las flores aparecen en forma de pedúnculo (es decir, con pedicelos largos) y pueden llegar a medir hasta 9 cm de largo.
Los aceites esenciales se extraen de esta especie y se utilizan para conciliar el sueño, curar heridas y quemaduras, aliviar síntomas de resfriados o sinusitis, e incluso eliminar los piojos. Pero además, recolectar estas flores puede repeler las polillas, hacer tiritas con tomillo y romero para aliviar los esguinces, y utilizarlas para hacer infusiones que reducen la fiebre y nos ayudan a combatir el insomnio.
Lavandula dentata
La Lavandula dentata es una planta leñosa originaria del Mediterráneo occidental, donde crece en suelos calcáreos que pueden alcanzar una altura de 1,3 m. Tiene hojas lineales de color verde grisáceo con bordes dentados de hasta 5 cm.
Las flores se distribuyen en espigas, de 5 cm de largo y de color rojo violáceo. Utilizado principalmente como planta ornamental, también se puede utilizar para hacer perfumes e incluso aliviar el dolor de estómago.
Lavandula latifolia es un arbusto originario de España y también se encuentra en Inglaterra y Francia. Por lo general, cuando pensamos en la lavanda, parece que podemos sentir la agradable fragancia de sus flores, pero la fragancia de la especie es desagradable. Sus hojas son lineales, de hasta 10 cm de largo, y sus flores están recogidas en espigas.
Además de usarse como ornamental, también tiene propiedades medicinales muy interesantes. De hecho, se puede usar su aceite esencial para combatir o repeler las bacterias, curar heridas o picaduras.
Lavandula stoechas
Es originaria de la Cuenca Mediterránea y Macaronisia. Sus flores son muy diferentes a los tipos de lavanda que hemos visto hasta ahora: están dispuestas en una inflorescencia compacta en forma de espiga cuadrilátera, terminando en 3 brácteas violetas o rojo claro.
La altura de la planta puede alcanzar 1 m, las hojas son de color verde grisáceo y los bordes son enteros, son altamente evaluados en horticultura y medicina alternativa. Además de ser muy decorativa, sus flores también pueden producir una gran cantidad de néctar; además, también tiene muchas propiedades medicinales, como por ejemplo: Ayuda a reducir la fiebre.
Lavandula multifida
Es originaria del continente africano. Es fácil de reconocer porque tiene las hojas muy divididas, como se puede ver en la imagen, y también por el pelillo de color blanquecino que las recubre. Las flores aparecen agrupadas en inflorescencias de color añil muy bonito. Crece principalmente cerca del mar, pero puede vivir en cualquier terreno.
Lavandula lanata
Es una variedad originaria de España y se puede encontrar en la Serranía de Ronda y Sierras de Andalucía. Por tanto, es una planta adaptada al clima de montaña. De hecho, gracias a esto, está cubierto por una fina y corta capa de lana (de ahí el nombre), que lo protege del frío en invierno.
Las espigas con flores pueden crecer hasta 20 cm,terminadas en las flores que son de color lila claro.
Lavandula viridis
La Lavandula viridis o lavanda verde es originaria de España, especialmente es muy común en la Sierra de Aracena o Sierra Norte en Sevilla. Aunque también se puede encontrar en Madeira o las Azores.
Las hojas pueden alcanzar los 10 cm de longitud y están lanceoladas con todo el borde. Su inflorescencia mide 50 mm de largo y es de color crema, puede ser utilizada tanto como planta ornamental como medicinal. Destacamos entre sus propiedades: alivio de los dolores de cabeza (dolores de cabeza tensionales).
